sábado, 10 de septiembre de 2011

Por pedir...

Por pedir, pido veinticuatro horas a tu lado en las que nos dé tiempo a todo menos a perder el tiempo.
Por pedir, pido que me baste ese día para convencerte de querer estar conmigo por el resto de tus días.
Por pedir, pido y preciso que exista un preciso momento, en el que se te escape un beso cuando menos te lo esperes, y cuando más lo lleve esperando yo.
Por pedir, te pido en una tarde lluviosa, dentro de una casa sin gente, sobre un sofá sin cojines y una manta, para que sólo puedas abrazarte a mí, en frente de mi película favorita y comiendo castañas asadas… O bueno, si quieres, en frente de tu película favorita… Me pido entonces tus dedos acariciando mi brazo, y mis cosquillas jugando al escondite con ellos.
Por pedir, pido dar un paseo al mismo paso, frenarnos en seco de repente, y mojarnos los labios sin que nos vea la gente. Por pedir, pido mientras caminamos por cualquier calle, llevarte y traerte al contarte cualquier estupidez, agarrando con mi mano tu brazo, y tu risa fuese la mejor de mis melodías, y después, en un intento por no dejarme ir, me hagas perder todo menos la sonrisa.


Por pedir, tan solo pido estas seis cosas que verdaderamente me harán feliz.