Mientras te escribía este mensaje, pensaba en tres posibilidades que podías hacer con él: eliminarlo nada mas ver mi nombre; leerlo y pasar de él; o, leerlo y contestarme.
Te lo escribo simplemente porque me he dado cuenta que ya no tengo nada que perder y así por lo menos me desahogo un poco, así que ahí va.
Desde que te conocí fuiste el único que conseguía alegrarme todos los putos días de este asco de vida, eras esa razón por la que me levantaba cada mañana con la esperanza de hablar contigo cada noche, eras el único que siempre estuvo ahí a pesar de que cada vez que tenia novio te mandaba a la mierda...
Aún no consigo hacerme a la idea de que la conversación que tuvimos el otro día tal vez sea la ultima vez que volvamos a hablar, que todo eso de lo que habíamos hablado no se vaya a cumplir... No sé, es algo que me come por dentro. Porque al fin y al cabo te quiero y no es como un me gustas o un te quiero de amigos porque gracias a ti aprendí a diferenciarlos, es un simple y verdadero te quiero.
